¿Que es el fonio?
El fonio es un tipo de mijo (Digitaria exillis) que se cultiva en África occidental. Hasta ahora era difícil encontrarlo fuera de su área geográfica, pero dadas sus numerosas propiedades nutricionales, su rápido crecimiento y su facilidad para adaptarse a climas áridos, está empezando a ser conocido en Europa.
Aunque sus granos son diminutos, se le considera el cereal con mejor sabor del mundo. Entre sus propiedades nutricionales hay que destacar las siguientes:
Es muy rico en proteínas (entre un 8 y un 10%) y en aminoácidos, entre ellos metionina y cistina beneficiosos para un correcto mantenimiento del pelo, piel y uñas.
Aporta gran cantidad de Hierro.
Tiene propiedades remineralizantes, siendo más rico que otros granos en:
Calcio, importante para mantener el buen estado de los huesos.
Magnesio, mineral que contribuye a la fijación del Calcio.
Zinc, nutriente indispensable para el organismo que, entre otras funciones, participa los procesos que se requieren para sintetizar la insulina. Manganeso, que ayuda a formar la hormona tiroxina, que regula nuestro metabolismo.
Se trata de un cereal sin gluten, por lo que puede ser consumido por personas celíacas, con intolerancia al gluten o personas que lleven una dieta sin gluten por cualquier motivo. Es muy digestivo, por lo que puede resultar apto para ancianos y personas convalecientes, así como personas con digestiones difíciles. Es bajo en grasa.
¿Cómo usar el fonio en la cocina?
Existen muchas maneras de emplear el fonio en la cocina. Se puede emplear en lugar del arroz en cualquier receta o emplearse para realizar cous-cous. Eso sí: es muy importante lavar muy bien el grano antes de cocinarlo. Para ello, emplear un colador muy fino (los granos son muy pequeños) y sumergirlo en agua. Ir cambiando el agua hasta que ésta salga limpia.
Su harina puede emplearse para elaborar pasteles, panes o papillas.