Lemba es una chimpancé rescatada en el Centro de Rehabilitación del Instituto Jane Goodall en Congo hace ahora cinco años. Ha sorprendido a todo el equipo por su capacidad de superación. Tras quedar tetrapléjica por la polio, Lemba ha recuperado la movilidad en los brazos y ejerce ahora como hermana mayor de las crías huérfanas del Centro.
Con sus piernas aún paralizadas, Lemba se desplaza por las instalaciones rodando sobre sí misma y sus pequeños hermanos adoptivos la imitan como si un juego se tratara, extendiendo una nueva moda en Tchimpounga. Cuando hay tramos largos las cuidadoras la llevan en una carretilla, ocasión que aprovechan sus hermanos para apuntarse a un paseo gratuito.
Cuando la pequeña Lemba fue rescatada en 2009, las autoridades congoleñas la llevaron a Tchimpounga, el Centro de Rehabilitación del Instituto Jane Goodall. La directora y veterinaria del Centro, la gallega Rebeca Atencia, constató que tenía menos de dos años y estaba psicológicamente traumatizada, enferma y con quemaduras en manos y pies. Había perdido a su madre a manos de los cazadores furtivos.
Tras una cuarentena con atención las 24 horas, Lemba fue integrada exitosamente con otros bebés chimpancés para desarrollar sus conductas naturales. Pero a fines de 2010 hubo un brote masivo de poliomielitis en las aldeas que rodean la reserva de Tchimpounga, y pese a que los más de 150 chimpancés fueron vacunados según el protocolo veterinario, en el caso de Lemba la vacunación no funcionó y se contagió.
De un día para otro quedó tetrapléjica. Con el apoyo de una donante, se probó un tratamiento de rehabilitación muscular durante meses, con estimulación y masajes, que finalmente dio sus frutos cuando Lemba comenzó a mover sus brazos.Se construyó entonces un circuito de cuerdas en el Centro, para que pudiera desplazarse y socializarse. Y ahora que está recuperada y ha crecido un poco, es Lemba la que se encarga de entretener y cuidar a las nuevas crías huérfanas que llegan a Tchimpounga, a las que hace de “hermana mayor”.